El 22 de abril de 1997, después de varios fracasos en la negociación, el gobierno peruano, al frente de Alberto Fujimori, toma la decisión de enviar al Comando Chavín de Huantar a rescatar a las 72 personas que permanecían secuestradas en la Embajada de Japón.

El hecho, que dio la vuelta al mundo, empezó con la toma de dicha embajada, la noche del 17 de diciembre de 1996, día en que se celebraba el 63º aniversario del natalicio del Emperador de Japón Akihito.

En total, fueron más de 900 personas las que permanecieron secuestradas por varias horas. Ese mismo día 800 fueron liberadas prontamente.

Tras 125 días de reclusión, a las 15:23 una fuerte explosión dio inicio a la operación militar. Fueron varios minutos de tensión y luego de escuchar balas y bombas, el mundo entero observaba cómo les rehenes iban saliendo de la casa japonesa uno a uno, escoltados por militares.

La prensa no perdió la oportunidad y logró captar cada detalle de aquel operativo. Se pudo ver cómo el excanciller Francisco Tudela era rescatado y socorrido por varios agentes luego de ser impactado por un bala.

El resultado del operativo: Un rehén, dos comandos y todos los militantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru muertos.

Inicialmente, el presidente Alberto Fujimori recibió gran crédito por salvar las vidas de los rehenes; sin embargo, desde entonces, han surgido informes que sugieren que cierto número de terroristas habían sido ejecutados sumariamente después de haberse rendido.

Esto ocasionó muchas demandas civiles contra oficiales militares por parte de los familiares de los terroristas fallecidos.