El exrehén de la residencia del embajador de Japón, el almirante Luis Giampietri, afirmó que 15 años después de la exitosa operación Chavín de Huántar “no se avergüenza ante nada”.

“Soy una persona que teme a Dios y al deshonor, pero quiero aclarar que mi profesión no terminó conmigo, porque mi cuñado es marino, mis dos hijos también lo fueron. Además tengo dos sobrinos que llegaron, y actualmente 3 sobrinos en la Marina”, expresó a Radio Capital.

Giampietri manifestó que la Marina es una linda carrera. “Si por eso nos van a juzgar o insultar en buena hora porque lo recibo con toda tranquilidad de haber cumplido. Creo lo que hice, se tenía que hacer, es más lo volvería hacer”.