Desde el Gran Premio de México de 1992, con Nigel Mansell en lo alto de un podio que también tuvo a Michael Schumacher, transcurrirán 23 años hasta que las pistas del autódromo vuelvan a recibir a estos bólidos, del 2015 al 2019.

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, saludó el anuncio del retorno al señalar que estos 23 años han sido “un largo tiempo de espera para ver correr en la Ciudad de México el campeonato mundial de la Fórmula 1”.

El retorno del máximo circuito, que se dará mediante un acuerdo por cinco carreras con opción de extenderlo a diez, representará la tercera etapa de la Fórmula Uno en México después de los periodos de 1962 a 1970 y una segunda entre 1986 y 1992.

El contrato está sujeto al “perfeccionamiento de ciertas cláusulas finales” que luego de concluidas se harán públicas, dijo CIE, principal productora de entretenimiento en América Latina.

A lo largo de estos años, diversos grupos de empresarios han dirigido esfuerzos para llevar el circuito de vuelta a México, centrados principalmente en la capital mexicana y el proyecto fallido de construir autódromos en sitios como Cancún.

Para recibir nuevamente a los automóviles y los pilotos del circuito se hará una remodelación del autódromo ’Hermanos Rodríguez’ que podría demorar catorce meses y se necesitará de una inversión de unos 60 millones de dólares, según Reforma.

El circuito mexicano tenía una extensión de 4,421 kilómetros en el Gran Premio de México 1992, que se celebró durante 69 vueltas para una distancia total de 305,409 kilómetros.

Actualmente, en el campeonato de la Fórmula Uno participan los pilotos mexicanos Sergio Pérez, con Force India, y Esteban Gutiérrez, con Sauber.

En los 16 grandes premios de México que se han disputado en total, destacaron pilotos como Jim Clark, con tres triunfos; Alain Prost, con dos títulos; y Ayrton Senna, que dejó su huella como ganador en 1989.

Sin la Fórmula Uno, el autódromo mexicano recibió varias carreras de automovilismo locales y ha funcionado como un espacio de usos múltiples además de tener un estadio de béisbol en el cual juegan los Diablos Rojos de México.