Kim Kardashian se encontraba en una venta de garage que organizó su madre, Kris Jenner, para ayudar a la fundación NoKidHungry.org, cuando de repente tropezó con algunos objetos que estaban en el piso.

La socialité cayó sobre unos muebles viejos mientras saludaba a un amigo. Al darse cuenta de lo sucedido su hermana, Kendall, se acercó a ver lo sucedido y ayudó a Kardashian.

A pesar que la estaban grabando, Kim Kardashian siguió su camino.