Carlos Cabrera (Orlando Fundichely) decidió ahogar las penas de su frustrada beca a Alemania, por lo que se dirigió a casa de Pepe (David Almandoz) y Tito (Laszlo Kovacs) para tomar unas copas.

Sin embargo, su dolor y amargura hicieron que se emborrachara en plena casa de los González, protagonizando bochornosas escenas y llegando a agredir a Manolo (César Ritter) producto de su rabia contenida.

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La más horrorizada con este cuadro fue Francesca (Yvonne Frayssinet), quien no puede cargar más en su conciencia le hecho de que por su culpa su amado médico no cumplió su sueño de viajar a Alemania.

Ahora, la matriarca Maldini debe decidir si confesar la verdad al amor de su vida o callar su falta con un insoportable cargo de conciencia.

En medio de su incertidumbre, Francesca se encontró con el gurú Eric Jurgensen (interpretado por él mismo), quien le aconsejó que se libere diciendo toda la verdad.

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