A pocos días de la final de Combate, la productora Marisol Crousillat volvió a marcar distancias con el programa de la competencia, Esto es guerra, pues asegura “no vive de los escándalos”. Además, aclaró que no le quita el sueño ser el reality número uno del Perú y que está más que satisfecha con el producto que tiene.

“No entiendo por qué un programa de TV debe ser el número uno. Me torturan con el tema del rating y no es mi objetivo. A un productor siempre le interesa el rating, pero a mí no me mata ser primera, no trabajo para ser ello. Tengo otras prioridades que es mantener el programa en el aire. Me encantaría, pero no lo soy y no me rasgo las vestiduras por eso. No soy ese tipo de productor. Estoy muy satisfecha con el producto que tengo y ya son casi cuatro años”, dijo en rueda de prensa.

“(En Combate) no hemos vivido de los escándalos. Somos un producto sano. No hablo de Esto es guerra, nosotros somos lo que somos. Tenemos chicos sanos y que pueden ser ejemplo. Todos cometemos errores y la fregamos alguna vez, pero creo que nosotros estamos muy pendientes de que ellos se controlen con lo que hagan fuera del reality. ¿Si los escándalos se pueden evitar en los realities? Creo que sí, de alguna forma”, mencionó.

Además, la productora dijo que en el reality se vivió hace un tiempo un tema de infidelidad que involucraba a dos combatientes, y aunque no quiso revelar sus nombres, contó que evitaron hablar de ello en vivo, a diferencia de Esto es guerra.

“Si se da un caso de infidelidad dentro de una pareja establecida, por salvaguardar la relación no lo tocaría en el programa. Me ha pasado una vez. Ya la pareja no está en Combate pero cuando estuvieron no toqué el tema. Creo que si tienes un problema con tu pareja y se hace público, el problema se multiplica. Mejor es que nadie se entere y cada uno resuelva sus temas”, indicó.