China se convirtió en el campeón mundial juvenil de vóley tras aplastar a Japón en la gran final del certamen mundial.

Las chinas se mostraron muy superiores que su rival de turno, y en una hora y nueve minutos de juego vencieron por 3-0 a Japón, selección que obtuvo su pasaje a la gran final tras vencer con autoridad (3-1) a Italia.

China se quedó con el título tras imponerse por 3-0 con parciales de 25-13, 25-17 y 25-15.