Un divorcio es doloroso, especialmente cuando hay hijos involucrados porque papá o mamá tendrá que mudarse y ya no se verán todos los días como antes. Actualmente, por cada* 100 matrimonios que ocurren, 50 se rompen.*

De acuerdo con María Fe Maldonado, directora de la plataforma Estar Mejor, “al tomar la decisión de separarse, los progenitores están asumiendo que no pueden permanecer juntos por su propio bienestar. Para que ellos puedan ayudar a sus hijos necesitan trabajar con sus propias emociones.

Por tal motivo, es importante que los padres acudan con familiares, amigos, terapeutas o a grupos de apoyo para atravesar la situación y así aprender a manejar el dolor que la separación provoca.

Es el momento en que los padres deben solidificar sus propias bases con miras a poder brindar el apoyo que los hijos necesitan, ya que a ellos también les ha cambiado la vida de forma drástica y quienes no tienen otro punto de apoyo más que sus propios padres. Necesitan de padres emocionalmente estables”, señala Maldonado.

¿Cómo los padres pueden ayudar a los hijos?

  • Evitar colocar a los hijos como trofeos, mensajeros o involucrarlos en situaciones de pareja que exceden lo parental.

  • Comunicar la noticia a los hijos a través de una conversación abierta y sincera, en donde todos puedan expresar sus dudas, miedos, pensamientos y sensaciones en general.

  • Antes de hablar con los menores, tomar en cuenta la edad y capacidad de entendimiento de cada hijo para poder explicárselo de una manera tal que puedan entenderlo.

Aunque una separación o un divorcio es difícil para todos, si los niños continúan sintiéndose amados por sus padres y se les puede asegurar un ambiente tranquilo y estable podrán atravesar por la situación sin generarse daños profundos.