Aquí compartimos algunas de las más curiosas paradojas económicas recogidas por el portal Slon:

1. EE.UU. vs. China

Los políticos norteamericanos instan a sus compatriotas a comprar productos fabricados en EE.UU. De hecho, el Congreso ha aprobado una ley que obliga al Ministerio de Defensa estadounidense a utilizar solo banderas hechas en el país.

Pero más allá de estos gestos, Estados Unidos ni siquiera puede celebrar una fiesta tan patriótica como el 4 de julio, el Día de la Independencia, sin ayuda de China, que posee el 98% del mercado estadounidense de fuegos artificiales, incluido el 75% de las ventas de pirotecnia para las grandes celebraciones.

2. Las máscaras de Guy Fawkes

La máscara de Guy Fawkes, que se hizo muy popular gracias a la película ‘V for Vendetta’, se ha convertido en los últimos años en un símbolo de lucha popular y en símbolo del movimiento Anonymous. De hecho, en la película anti-utópica quien lleva la máscara es un luchador solitario contra un régimen totalitario.

Sin embargo, si en el filme el hombre que lleva la máscara consigue por su cuenta los recursos para sus actividades subversivas, en la vida real parece obvio que las ventas de estas máscaras benefician a alguien. Las imágenes de una fábrica brasileña donde se fabrican las máscaras, recuerdan una distopía, mientras que una parte de sus ventas acaba en los bolsillos de los accionistas de la corporación Time Warner, con ingresos anuales de casi 30.000 millones de dólares.

3. El amargo sabor de la pobreza

Costa de Marfil es el tercer productor de granos de cacao a escala mundial (con alrededor de 1,6 millones de toneladas). La mayor parte de este volumen se cultiva en pequeñas fincas privadas, muchas de las cuales luchan para llegar a fin de mes.

Según un reportaje del portal holandés Metropolis TV, los trabajadores de estas granjas nunca han probado el chocolate y tienen una idea muy vaga de lo que se produce a partir de los granos que recogen. Según el reportero, el ingreso diario de la finca es de 7 euros (excluyendo los costos de mantenimiento de la familia y los empleados), cuando una barra de chocolate cuesta 2 euros.

4. Tecnología ‘verde’ que mata

Muchos ecologistas creen que la mejor manera de obtener electricidad es con ayuda de turbinas eólicas y apuestan por los vehículos híbridos. Sin embargo, estas alternativas supuestamente ecológicas causan un daño considerable al medio ambiente. De hecho, para la producción de turbinas de viento o de un coche híbrido Toyota Prius se requiere metal neodimio del grupo de las tierras raras. Este metal se extrae, al igual que otros metales de este tipo, sobre todo en China, donde la cantidad de gases nocivos liberados por la industria de tierras raras supera en 5 veces los residuos de toda la industria del petróleo en EE.UU.

El contenido de neodimio en el mineral es extremadamente bajo y su extracción va acompañada por la liberación de grandes cantidades de residuos altamente tóxicos e incluso radiactivos. Documentales realizados en la ciudad de Baotou, en Mongolia Interior, donde se localiza la producción de neodimio, se asemejan a los grabados en Chernobil. Cerca del área de producción se ha formado un enorme estanque tóxico donde no hay peces, ni algas. Tras medio siglo de producción en los campos de Baotou resulta imposible cultivar plantas y criar animales. En los pueblos adyacentes la población se ha reducido de 2.000 a 300 personas, y quienes se han quedado sufren distintos tipos de enfermedades.

5. Paradoja de ultratumba

El filósofo escocés Adam Smith es conocido como el autor del concepto de “la mano invisible” del mercado, además de teórico del capitalismo, mientras que Karl Marx ha pasado a la historia como mayor crítico de este sistema económico y principal ideólogo del comunismo. Sin embargo, no deja de resultar irónico que mientras se puede visitar gratis la tumba de Smith (en un cementerio poco conocido de Canongate de Edimburgo), para acceder al cementerio de Highgate, en Londres, donde está enterrado Marx, haya que pagar 4 libras esterlinas.

Fuente: RT