El nombre, el logotipo y el slogan son los tres elementos básicos de imagen corporativa, y constituyen la auténtica carta de presentación de nuestro negocio.
A modo de resumen, podemos distinguir algunos criterios que se suelen recalcar:
- El nombre debe dar una idea inmediata e inequívoca del tipo de negocio al que se refiere.
- El nombre debe también diferenciarnos de la competencia, mostrando la ventaja competitiva y los atributos básicos de nuestra propuesta de valor.
- El nombre debería ser corto (idealmente de 7 letras o menos), fácil de pronunciar y recordar.
- El nombre debe ser distinto, único y auténtico.
- Idealmente, el nombre debe ser pegadizo (por ejemplo, utilizando rimas o repeticiones de sonidos agradables al oído).
- El nombre debe evitar connotaciones negativas en el público objetivo.
- En esta categoría, suele recalcarse la importancia de evitar fonéticas equívocas (letras como z-s-c, y-ll-i, v-b, el uso de números o de guiones).
- Además, suele recalcarse la importancia de que el nombre sea fácil de pronunciar y de dictar a alguien de tenga que escribirlo.
- Pero tal vez el criterio más específico dentro de estos aspectos SEO constituya que el nombre debe estar bien dirigido a posibles búsquedas web.
- Aspectos limitadores del nombre: Por último, hay una serie de propiedades del nombre que lo hacen bueno para algunas cosas y malo para otras, porque ayudan a centrar el ámbito del negocio.
Utiliza técnicas de creatividad (como brainstorming, brainwriting, o la técnica del cadáver exquisito), y apóyate en la opinión de todo el equipo y de gente que conozca el negocio y que sea de tu confianza.
Fuente: Pymex