El país sede de la Copa del Mundo está alerta de cada partido que se disputa en su Mundial debido a que por una orden de la FIFA se tuvo que pasar por encima de una ley que se creó en el 2003, misma que impide la venta de cerveza y bebidas alcohólicas en los estadios, con la intención de reducir los riesgos de que se genere violencia en las tribunas.

Tras el triunfo de FIFA ante las autoridades brasileñas, las expectativas de venta de cerveza, sólo en los estadios, son de 750,000 litros de dicha bebida, cifra que de acuerdo con un reporte de FIFA fue la que se registró hace cuatro años en Sudáfrica.

En caso de igualar esa cantidad está asegurada una derrama económica de US$ 8 millones aproximadamente en todos los estadios brasileños, de ahí las razones de la presión que ejercieron las máximas autoridades del balompié y el patrocinador encargado de proveer el producto, Budweiser.

Ricardo Leitao, secretario extraordinario de la copa del mundo en Pernambuco, expuso a al diario El Economista de México que si bien no era lo ideal aceptar la venta de cerveza durante los partidos en esta ciudad, “porque se ha comprobado que el consumo del alcohol puede estimular la violencia”, tuvieron que adaptarse a la ley de la copa.

Eso sí, el gobierno para el cual trabaja tomó medidas para tratar de evitar problemas serios o, en su defecto, que se presenten los menos posibles.

Fuente: Gestión