El presidente Barack Obama presentó su denominada American Jobs Act (Ley de Trabajo Estadounidense) cuyo costo asciende a 447 mil millones de dólares y llamó al Congreso a aprobarla con prontitud.

Obama puntualizó que el fin de su iniciativa es crear más empleos para los trabajadores de la construcción, más puestos de trabajo para los profesores, para los veteranos, y más empleos para los desempleados de larga duración.

Asimismo, aseguró que proporcionará “una rebaja de impuestos para las empresas que contraten a nuevos trabajadores y recortará los impuestos de nómina a la mitad para cada estadounidense que trabajaba y todas las pequeñas empresas”.

En su alocución ante ambas cámaras del Congreso, el presidente subrayó que su plan dará “una sacudida a una economía que se ha estancado”. Obama demandó de los congresistas poner fin al “circo” de las disputas políticas y actuar inmediatamente para luchar contra el desempleo.