“Si esperabas descubrir una forma de evitar las emociones desagradables que acompañan al anuncio de malas noticias, voy a decepcionarte, porque no hay una sola”, dice Geoffrey Tumlin, quien dirige la firma de comunicaciones con sede en Austin, Mouthpeace Communications.

Autor de un nuevo libro llamado “Stop Talking, Start Communicating: Counterintuitive Secrets to Success in Business and in Life”, explica que a veces los gerentes han pospuesto lo inevitable durante tanto tiempo, que equipos y departamentos enteros han colapsado.

“Es increíble ver cómo los problemas pueden propagarse a través de una organización porque nadie quiere deshacerse de un empleado problema”, dice. Al mismo tiempo, entiende por qué los jefes posponen las cosas: “Despedir gente es difícil”.

Nada puede hacerlo fácil, pero Tumlin ofrece cuatro consejos para hacerlo:

-Ve directo al mensaje central. “Tu mensaje central es fácil de identificar porque es eso que no quieres decir, por ejemplo: “Vamos a cambiar de proveedor” o “Tenemos que despedirte” o “Deberíamos dejar de vernos”, dice Tumlin. Así que ve directo al grano.

-Mantente firme. Si alguna vez has rebatido alguna decisión, ya sabes lo difícil que puede ser. “La gente dirá: ‘¡Pero hemos trabajado juntos desde hace 15 años! Realmente no estás despidiéndome, ¿verdad?’”, señala Tumlin. “O tratarán de hablar acerca de las razones. Pero debes resistir la tentación de ser presionado, engatusado o persuadido”, agrega.

-Explícate, pero no demasiado. Tumlin recomienda colocar el mensaje y la razón de él en una misma oración, por ejemplo: “Te estamos despidiendo porque vamos a llevar a este departamento en una dirección distinta”. Si quieres decir algo más, está bien, pero hazlo mientras repites el punto. No añadas ninguna nueva información, o fomentarás que la discusión se aleje de lo que tienes que decir.

-Sal de la conversación. Dejar que la conversación se prolongue es un error, dice Tumlin. “Naturalmente, puedes contestar preguntas sobre hechos concretos como: ‘¿Cuándo es mi último día?’ o ‘¿Qué pasa con mi plan de retiro?’ u ofrecerte a conseguir cualquier respuesta práctica que no tengas en ese momento”, dice Tumlin. “Pero ten cuidado de no tratar de responder a preguntas especulativas o inquisitivas”, advirtió. ¿El consejo? Ser claro y conciso, y luego irse.

Fuente: CNN Expansión