“Las decisiones de rating adoptadas se producen a consecuencia de nuestra rebaja de España del pasado 10 de octubre hasta BBB-/A-3”, publicó la agencia Europa Press en base a lo informado por Standard and Poor’s.

La agencia neoyorquina advirtió, además, que “esta rebaja tiene consecuencias negativas directas para aquellos bancos con calificaciones a largo plazo superiores a ’BBB’, y sobre todas aquellas entidades en cuyos ratings asumimos un apoyo extraordinario del Gobierno”.

S&P bajó la nota del BBVA y el Santander, y también revisó a la baja la de Barclays, Santander Consumer Finance y Banesto, todos ellos con perspectiva “negativa”. Mientras que recortó las notas de Banco Popular, Bankia, BFA, Caixabank, La Caixa y Banco Sabadell, que así se ubican en “vigilancia negativa”.

Por otra parte, S&P confirmó las notas a largo plazo de Kutxabank, la CECA y Bankinter, aunque igual ha situado en vigilancia negativa dichas calificaciones.

La perspectiva “negativa” asignada al Santander, BBVA y BBSA refleja el rating a largo plazo de España. Algo por lo cual sus calificaciones podrían ser recortadas en caso de una nueva rebaja del rating soberano.