Cuando una persona trabaja de día durante una semana y de noche durante otra, lo cual es bastante habitual en algunas profesiones, puede poner en riesgo su salud mental y física, así como el patrón de sueño.

De acuerdo a un estudio realizado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), el riesgo de enfermedades crónicas aumenta cuando los trabajadores se someten a este tipo de horarios.

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Dicho estudio, publicado por la revista American Journal of Preventive Medicine arrojó que las personas con estos horarios alternos durante un lapso de cinco años tienen un riesgo de entre 19 y 23 por ciento mayor de morir a causa de enfermedades cardiovasculares.

En tanto, aquellos que mantienen el horario alterno por unos 15 años tienen un riesgo de 40%.

Basado en 22 años de estudio a más de 75 mil trabajadores con horarios alternos, este reporte no exploró las razones por las que el cambio constante en el horario hace que el ritmo circadiano (reloj biológico interno) se altere.

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“El cuerpo y el sistema circadiano juegan un rol vital en la salud cardiovascular y la actividad antitumoral. Cambiar constantemente de horario de trabajo sube el riesgo de cáncer y males del corazón,1 lo que aumenta la mortalidad”, cita el medio a Eva Schernhammer, una de las autoras del estudio.

Por su parte, Daniel Skenderian, psicólogo clínico con especialidad en fisiología del sueño, ya había alertado desde el pasado noviembre de los riesgos de estos horarios.

“Es algo muy difícil, porque estas personas pasan constantemente en un estado similar al del jet lag. Para ellos los consejos no son válidos, porque su horario no es fijo. La situación podría empeorar cuando les toca el turno nocturno, pues la calidad de sueño es mejor de noche”, indicó.

Fuente: Dinero.univision.com