1. ¿Lo que haces se puede pagar mejor? Muchos empleados se desempeñan en ocupaciones en declive o en las que hay exceso de oferta de trabajadores. De entrada, aumentar la productividad y convertir esto en un mejor salario, es más retador.

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Debes preguntarte ¿qué nicho de mi actividad profesional es de mayor valor, y que eso no implique condenarse a 12 horas la oficina? Eso es una reflexión y una decisión individual, no de la empresa.

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2. Sé observador. “Hay personas cuya trayectoria se mueve bajo la idea de trabajando duro saldrás adelante, de repente pasan los años y eso no es cierto”, reconoció Manuel Molano, director general adjunto en el del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Es más importante entrenarse en discernir. Observar cómo se mueve la empresa, cuán rápido puedes crecer, cuánto invertirá en ti, eso ayuda a detectar si podrás ser productivo.

El reto comienza por analizar desde que áreas de tu carrera son más productivas y si en donde estás hay oportunidad de ejercerlas. Hay profesiones en expansión en México, donde el talento es escaso.

3. Invierte en ti. Hay personas potencialmente más productivas porque han adquirido conocimientos y habilidades, en la escuela o la casa, que lo harán sobresalir. No sucede en todos los casos y por eso no hay que “bajar la guardia” en prepararse y saber quién puede pagar mejor esa productividad.

“Necesitamos invertir en aprender matemáticas, mejorar nuestras herramientas de comunicación diaria, incluso, no menospreciar el método científico para un buen análisis de nuestras decisiones, ese tipo de conocimientos te hace más asertivo”, dijo el director general adjunto.

Fuente: Cnnexpansion.com