Según informó ’The Generalist’, los ocupantes de las cabañas fueron expulsados por las autoridades del parque nacional tras un juicio en 1984.

Sin embargo, las peculiares viviendas han sido reparadas y mantenidas desde 1990 por los cuidadores designados por el parque nacional. El acceso a las cabañas no se ha difundido ampliamente hasta ahora en un intento de garantizar su conservación.

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Se cree que las cabañas han sido hechas por los pescadores para estancias de fin de semana. Fueron construidas con el único material disponible que tenían a la mano, como rocas, trozos de madera, láminas de fibra y techo de hierro.

Los antiguos ocupantes se vieron obligados a abandonar los Parques Nacionales y Servicios de Vida Silvestre en 1984. Básicamente, desaparecieron sin dejar rastro tras perder el juicio, en donde trataron de argumentar la propiedad de la tierra.

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Uno de los residentes más antiguos fue Simon Flynn, quien se mudó a su choza en su adolescencia y fue forzado a salir en 1984. Su cabaña sigue siendo una reminiscencia de la vida simple que existía dentro de la pequeña comunidad.

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