El alcalde de Boston, Marty Walsh, y el comisario de la policía William Evans han presentado este viernes el plan de seguridad previsto para el maratón que se celebrará el próximo lunes, el segundo tras el atentado sucedido en ese mismo evento en 2013.

“Pedimos la cooperación de todo el mundo para que sea un gran día”, ha manifestado Walsh, según recoge el diario local ‘The Boston Globe’.

Ha asegurado que las autoridades han asignado “recursos importantes” a la seguridad del maratón, que tendrá un “enfoque similar” a la de la edición del año pasado.

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Evans ha precisado que se ha desarrollado un “plan de seguridad completo” que involucra a entidades tanto públicas como privadas. También ha indicado que se restringirá el tráfico en los aledaños de la ruta de la carrera, y que no estarán permitidos los ‘drones’.

El comisario ha especificado que habrá controles y agentes tanto uniformados como de paisano a lo largo de todo el recorrido, así como perros adiestrados para detectar bombas. Ha pedido a los ciudadanos que utilicen el transporte público.

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En el maratón de 2013, un atentado mató a tres personas y más de 260 resultaron heridas. La edición de este año llega durante un receso del juicio contra Dzhokhar Tsarnaev, que la semana pasada fue declarado culpable del atentado que perpetró junto con su hermano Tamerlan.

Este murió tras un tiroteo con la policía cuatro días después del ataque y su hermano corre ahora el riesgo de ser condenado a muerte.

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