En 50 años no ha habido una sola señal, con la excepción del famoso “Wow”, el 15 de agosto de 1977, cuando un científico del Observatorio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio (OSU ) detectó una extraña frecuencia que, al parecer, no podía haber sido emitida desde la Tierra.

Según la web ABC.es, un pobre resultado sin confirmar (todavía se desconoce qué o quién la transmitió), pero que no ha impedido que los planes de búsqueda de vida inteligente más allá de la Tierra sigan su curso, a pesar de los inevitables recortes presupuestarios.

Una potente herramienta, el radiotelescopio dirigible Robert C. Byrd Green Bank , el mayor del mundo, se ha sumado a este esfuerzo. Se trata de una instalación ubicada en una zona rural de Virginia Occidental, en Estados Unidos, que agudizará sus antenas para encontrar signos de vida extraterrestre en 86 planetas que pueden ser similares a la Tierra.