El pasado 10 de enero, el Espectrómetro de Imágenes de Resolución Moderada (MODIS), a través del satélite Aqua de la NASA, mostró una impactante imagen de una densa neblina cubriendo la mitad de China.

Esta densa nube gris tiene su origen en la quema del carbón y otros combustibles mezclados con la niebla. Según el reporte de la Oficina de Protección Ambiental de Pekín, eran partículas finas de 2,5 micras que alcanzaron los 560 microgramos por metro cúbico. Esto es suficiente para causar enfermedades respiratorias e incluso pueden llegar a ingresar al torrente sanguíneo.

La pobreza en la calidad del aire se agravó debido a la inversión térmica durante el invierno. Esto sucede cuando una capa de aire frío y denso se queda bajo otra capa de aire caliente, favoreciendo que los agentes contaminantes queden atrapados a una baja altura.

Como el gobierno chino aún no realiza las mediciones del material particulado de 2.5 micrómetros (PM2.5), es la embajada de Estados Unidos la que da a conocer la calidad del aire a través de la cuenta de Twitter BeijingAir.

Sin embargo, el gobierno chino comenzará un plan piloto de monitoreo al PM2.5 antes del 23 de enero. Se prevé que abarque a todo el país para el año 2016.

A consecuencia de esta densa neblina, se reportó una escasa visibilidad en algunas regiones. Por otra parte, el aeropuerto de Beijing tuvo que cancelar 43 vuelos y se demoraron otros 80 en horas de la mañana, ya que se redujo la visibilidad a menos de 200 metros.

Fuente: Fayerwayer