Durante los 100 días de su recorrido nunca le faltó un lugar donde lavarse con jabón orgánico. En este caso, aprovechó una boca de riego del barrio de Brooklyn de Nueva York. La lluvia también contribuyó a que Greenfield mantuviera su higiene personal.

Cuando acabó su viaje decidió que no quería tomar de nuevo la costumbre de utilizar una ducha convencional, así que sigue bañándose en lagos, ríos o en el mar. Uno de los asuntos sobre los que quería llamar la atención es el uso desmedido del agua.

Tras culminar su viaje, el próximo 1 de junio Greenfield lanzará una nueva red social llamada Goodfluence.com con la que pretende ayudar a que la gente se involucre para “hacer el bien” por el planeta y por el prójimo.

Ese mismo día empezará un nuevo viaje que le llevará de Los Ángeles a Nueva York “para seguir inspirando a la gente a hacer pequeños cambios”, que en su opinión son muy valiosos. Uno de los objetivos del viaje que hará en bicicleta es sembrar un millón de plantas salvajes en su recorrido y ayudar a financiar entre 5 y 10 jardines comunitarios.

Fuente: 24horas.cl