El 23 de julio de 2012, una rápida sucesión de eyecciones de masa coronal, las más intensas erupciones que se producen en el Sol, envió disparada una nube de plasma magnetizado hacia el espacio que atravesó la órbita terrestre.

La Tierra consiguió evadir el balazo, pero si la erupción se hubiera producido tan solo nueve días antes, nos habría golpeado de lleno.

liderados por la NASA, las consecuencias han sido descritas en la Nature Communications por investigadores de la Universidad de California, Berkeley, y la Academia China de Ciencias en Pekín, y, ciertamente, resultan inquietantes.

Los científicos aseguran que el impacto solar podría haber causado estragos en la red eléctrica, desactivado los satélites y GPS y perturbado ampliamente nuestras vidas, cada vez más dependientes de la tecnología. Como resumen, los efectos habrían sido «tremendos» y el mundo necesitaría de cuatro a diez años para recuperarse.

Fuente: BBC