La joven estadounidense Penny Lawrence vivió con sus abuelos hasta los 18 años cuando tomó la decisión de buscar a su padre Garry Ryan de 46 años quien la había abandonado cuando estaba por nacer.

Penny lo ubicó y habló con Garry un par de veces por teléfono, y cuando se reunieron por primera vez ambos sintieron una atracción física. Producto de esos encuentros ella quedó embarazada.

Para los médicos estos casos son conocidos como “Atracción Sexual Genética”, término que se utiliza hace 30 años para describir los sentimientos de atracción entre parientes de sangre que se conocen por primera vez cuando ya son adultos.

“No estamos cometiendo incesto, pero somos víctimas de Atracción Sexual Genética”, expresó Lawrence.

La pareja es consciente que su relación es ilegal, pero planean continuar con el embarazo y establecer un hogar.