Benedicto XVI condenó el matrimonio entre personas del mismo sexo durante su tradicional discurso ante el cuerpo diplomático en el Vaticano. Para el papa, las bodas entre homosexuales suponen una amenaza para la humanidad y aunque no se refirió a ello literalmente, no dejó lugar a dudas con sus palabras.

“Más allá de que el conducir a los jóvenes a un conocimiento pleno de la realidad sea un objetivo claro, la educación necesita un contexto. Entre ellos está, sobre todo, la familia, fundad sobre el matrimonio de un hombre y una mujer. No se trata de una mera convención social, sino la célula fundamental de toda sociedad. Por lo tanto, las políticas que dañan a la familia amenazan la dignidad humana y el futuro mismo de la humanidad”, dijo.

A esta reflexión le siguió la condena al aborto y a las políticas sobre el tema de determinados países occidentales sustentadas “por motivos de conveniencia o motivos médicos discutibles”.

En referencia a las protestas sociales que recorrieron el mundo árabe en 2011, el pontífice reclamó que “el respeto a la persona debe estar en el centro de las instituciones y las leyes y debe conducir al cese de cualquier tipo de violencia”.

Fuente: Público.es