“Sei unico Francesco!” (¡Eres único Francisco!), gritó dos veces un joven al paso del vehículo que lleva al pontífice hasta el palco ubicado en el atrio de la Basílica de San Pedro desde el cual preside la audiencia general de todos los miércoles.

Francisco, interrumpiendo los saludos, le respondió, también en italiano: “Anche te. Anche te sei unico! Non ci sono due come te” (También tú. ¡Tú también eres único! No hay dos como tú).

Esa misma mañana, el Papa notó la presencia de un amigo entre la multitud, que habitualmente es de cerca de 80 mil personas, e hizo detener el jeep para hacerlo subir.

Conversaron un minuto en el papamóvil mientras miles de cámaras y celulares eran disparados para registrar la escena. Luego el hombre descendió y Francisco siguió su camino. Hasta el momento, no se conoce la identidad de este amigo.