“Ha sido el temblor más fuerte que he vivido nunca. Se fue la luz y los huéspedes empezaron a salir corriendo, apenas hubo gritos. Por suerte el edificio no está dañado”, dijo a Efe Mary Ilairon, residente en la localidad de Barangoan, en la provincia de Samar Oriental.

El temblor fue localizado a 34 kilómetros de profundidad y a 16 kilómetros al sureste de la localidad de Guiuan y a 175 kilómetros al noreste de la ciudad de Surigao, según el reporte oficial.

Además de para Filipinas, el Centro extendió la alerta para Taiwán, Japón, Guam, Papúa Nueva Guinea e Indonesia. Posteriormente, levantó la alerta para la gran mayoría de países, aunque la mantuvo para Filipinas e Indonesia.

En tanto, el director del observatorio sismológico de Filipinas, Renato Solidum, indicó que el seísmo fue de 7,7 grados de magnitud.