Después de los dos terremotos, de 8,2 y 7,6 grados de magnitud que han azotado el norte de Chile, muchos comerciantes aprovecharon la tragedia para subir de manera excesiva los costos de los productos de primera necesidad.

Los pobladores denunciaron que los bidones de agua estaban siendo vendidos hasta en US$ 200, según informaron medios de Venezuela.

A esto se suma que las velas, muy necesarias en estos momentos, se están vendiendo a 2 dólares cada una y el kilo de pollo cuesta 10 dólares, de acuerdo con el diario chileno “La Cuarta”.

Así, el gran temor que surgió luego del terremoto en Iquique era que los vándalos pudieran saquear negocios o las viviendas de las personas. Sin embargo, el miedo ahora se transformó en rabia. Y no es que los delincuentes hayan arrasado con casas y negocios.

La molestia se originó luego que alza estrepitosa en los precios de alimentos y productos básicos como pan, carne y agua en algunos negocios pequeños y de barrio.

Fueron los propios iquiqueños quienes a través de las redes sociales fueron entregando precios escandalosos. Debido a estos exorbitantes precios de productos, los periódicos como “La Cuarta” y “El Mercurio de Chile” los han bautizado como los ‘frescos sin alma’.

Fuente: Mercurio de Chile y La Cuarta