El Estado Islámico declaró este viernes inocente a un hombre al que ejecutó la semana pasada tras acusarle de cometer un atentado con coche bomba contra sus combatientes, y ofreció 33.000 dólares de indemnización a su familia.

Según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los extremistas decapitaron a dos hombres, a los que culparon de atentar con un coche bomba contra un puesto de control del Estado Islámico en la ciudad de Al Mayadin, provincia de Deir al Zur (este), y colgaron sus cabezas en una rotonda.

El suceso por el que fueron acusados tuvo lugar el pasado día 13 de julio y causó la muerte de nueve personas, entre ellas cinco combatientes extranjeros del EI.

Tras constatar su error, la organización yihadista ofreció una “diyya” (compensación financiera que se paga a los herederos de la víctima) de cinco millones de libras sirias (unos 33.000 dólares), pero los familiares del ejecutado se negaron a aceptarlo.

El grupo radical controla gran parte de Deir al Zur, donde varias tribus y organizaciones armadas le han jurado lealtad ante sus avances.

Fuente: EFE