“Corren rumores de que el general y líder de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE), Lino Oviedo, junto al expresidente Nicanor Duarte Frutos buscarían destituir a Fernando Lugo con un juicio político dentro del parlamento”, según se puede leer en el documento, con fecha del 28 de marzo de 2009, enviado desde la embajada estadounidense en Asunción al Departamento de Estado, en Washington.

El despacho diplomático indicaba que el plan esperaba que una vez destituido Lugo, Federico Franco asumiera el cargo de presidente de la República. Franco es definido en el cable como “un liberal de la vieja escuela, con un gran ego y una personalidad difícil”.

Para destituir a Lugo, el cable admitía que los conspiradores contarían con la ayuda de la Corte Suprema de Justicia. Una vez logrado el objetivo, Duarte asumiría la presidencia del Senado, pasando a ser el tercero en la línea de sucesión del Gobierno y, junto con Oviedo, controlaría el parlamento y los tribunales, según la filtración.

Para promover un juicio político, la oposición de Paraguay estaba esperando cualquier error de Lugo que les sirviera de excusa para impulsar el juicio político. Por eso, el informe secreto hablaba de la existencia de “tiburones políticos” que rodeaban al jefe de Estado. “Creemos que se encuentra bajo una gran presión”, decía el texto.

El texto revela que la primera oportunidad para intentar destituir a Lugo surgió con el uso de 8 millones de dólares en forma de subsidio al cultivo de sésamo, criticado incluso por los campesinos. Pero en aquella ocasión no llegaron a juntar los números necesarios.

Este despacho diplomático fue publicado el 30 de agosto de 2011 en el portal de WikiLeaks, en su sección Cablegate. “Nada es imposible en Paraguay”, concluye el cable.

Fuente: Infobae