Una de las conclusiones de los informes que Unesco entregó sobre la ciudad del Cusco, señala que el desplazamiento de población originaria del Cusco y sobretodo del Centro Histórico, es una amenaza porque implica la pérdida de uno de los rasgos más importantes de la ciudad imperial.

Se llegó a esta conclusión tras la última visita que realizó una de las misiones en diciembre del año pasado, para evaluar el estado de conservación de la región.

Si bien los aspectos físicos y arquitectónicos de los inmuebles y monumentos arqueológicos no presentaron problemas y el Centro Histórico aún conservaba los valores originales por los que fue declarado patrimonio de la humanidad.

Existe un proceso de transformación urbana llamada gentrificación o aburguesamiento, consistente en el desplazamiento progresivo de la población originaria de un sector o barrio.

Según el plan maestro del Centro Histórico de Cusco, en 1981 vivían en la zona unas 27 mil personas, en el 2003,13 mil. Actualmente se estima que son 10 mil habitantes. “Este es un proceso típico, que afecta también a otros centros históricos en el mundo, pero que en el caso de Cusco puede representar un riesgo mayor”, indica el documento.

En ese sentido explica que este uso residencial en la zona se estaría reduciendo debido a la proliferación de pequeños hoteles y alojamientos de alquiler, informó Correo.