Eva Bracamonte señaló que la muerte de su madre, la empresaria Miryam Fefer la ha llevado a otra realidad. “A veces no puedo ni quiero escribir sobre mí. Plasmar continuaciones y continuaciones de una historia que es la mía, pero en realidad no es mía, porque ni tengo voz ni tengo voto* en nada de lo que me pasa”, escribe.

Asimismo, expresó que su vida a veces no tiene ningún sentido y “parece que es pretender ponerle mi sello a hechos de los cuales no soy responsable sino tan testigo como tú, pero de los cuales por cosas de “la vida”, “el destino” u otros cielos también soy protagonista”.

En ese sentido la joven dijo que “esto es exactamente lo que yo sentía hasta hace no mucho tiempo, lo que siento de vez en cuando hasta ahora y lo que hace que a veces no tolere que la gente se refiera a TODO ESTO como ‘mi caso’”, señala.

Finalmente, la menor de los Fefer sentenció que cuando le preguntan “Oye, Eva, ¿cómo va tu caso?”, a Eva le provoca responder “¿QUÉ CASO?” y agregar las dos frases de Lisbeth Salander, “Este caso NO-ES-MÍO. Ni es mío ni lo he construido yo. Es más, pensándolo bien, YO SOY DEL CASO. Soy el daño colateral”.