Luego que una usuaria lo fotografiara y publicara su historia en Facebook, decenas de mujeres se solidarizaron con ella y acudieron a la comisaría de Surquillo, donde permanecía intervenido Pedro Manuel Vásquez Palomino, un presunto acosador sexual que trabajaba vendiendo caramelos en buses de transporte público.
Las agraviadas indican que este sujeto “finge tener un síndrome o mal” para causar pena y acercarse a las mujeres, y “cuando estás se niegan a comprarle un caramelo, las toca”.
El presunto acosador sexual fue intervenido por agentes de la comisaría de Surquillo gracias a la colaboración de un transeúnte que lo reconoció.
A pesar de las denuncias y víctimas que se acercaron a denunciarlo por acoso sexual callejero, Pedro Manuel Vásquez Palomino fue liberado por no habérsele encontrado en flagrancia y no contar con una orden de detención.
A su salida de la instancia policial, negó los cargos en su contra y agredió a algunos reporteros.
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