La mujer, presunta víctima de violación, decide abandonar el anonimato para enfrentar al policía Fredy Fernández y al marino Deivi Ore, acusados de abuso sexual, quienes la llevaron sin su consentimiento hasta la habitación de un hotel en Breña la madrugada del 21 de diciembre.

Los acusados negaron abuso alguno a la muchacha, explicando a su manera cómo y por qué estaban en el cuarto. Sin embargo, la muchacha tiene claro qué sucedió la noche en la que empezó su pesadilla.

Tras la audiencia, la Fiscalía había solicitado prisión para el policía y su amigo marino. Fernández no se presentó, pero la joven espera que la justicia actúe.

Por lo pronto, fue reprogramada la citación judicial para la próxima semana, la estrategia de defensa de los implicados choca contra la evidencia. Su pelea es contra la impunidad, por eso da la cara, porque no tiene de qué avergonzarse.