Una tensión sin precedentes se vivió en el del Callao cuando una pareja de esposos peruanos y su hijo abordaron su vuelo con destino a México e indicaron a la aeromoza que iban a detonar el avión.

Fernando Demetrio Mejía, su esposa Yola y su hijo Daniel Demetrio abordaron el avión y de inmediato pidieron un vaso con agua a la aeromoza Sandra Graciela Gonzales de Interjet.

Entre risas le indicaron que estaban nerviosos y por eso iban a tomar una pastilla. “Me dijeron que necesitaban calmarse porque todos íbamos a morir, ya que tenían una bomba”, dijo la aeromoza.

“Yo les dije que eso no era una broma, que si estaba seguro de lo que decía. Me dijeron en tono de burla que sí, que iban a volar el avión. Entonces avisé a mi capitán”, agregó.

Al enterarse de la amenaza, la torre de control del Aeropuerto Jorge Chávez ordenó la revisión del avión y varios agentes de la Unidad de Desactivación de Explosivos revisaron al milímetro las maletas de los 113 pasajeros.

El procesó demoró cinco horas y tras descubrirse que todo fue una mentira, los acusados fueron puestos a disposición de la Fiscalía.

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