En un principio, el personal que atendía en el mencionado restaurante, ubicado en la avenida Universitaria 1161, presentó resistencia a la labor de los agentes de la Policía Municipal y del Área de Sanidad para que se realice la inspección.

Sin embargo, ante la ausencia de documentos y tras la evidencia de no contar con los carnés de sanidad correspondientes, cedieron al trabajo de los representantes municipales.

El ingreso a la cocina de La Granja con paredes, techos, el extractor y la campana llenos de grasa, fueron el preámbulo de lo que encontraría el personal municipal en su interior. La mesa de trabajo, tablas de picar, recipientes mostraban hongos y la suciedad saltaba a la vista.

Asimismo, coladores, bandejas y ollas donde se preparaban los alimentos presentaban un pésimo estado de higiene, por lo que el personal del municipio retiró la totalidad de esos materiales.

También se halló un balde donde se encontraron dos gallinas que evidenciaban un mal estado de conservación. Incluso se retiraron ollas y bandejas de aluminio, una de ellas usada para la cancha donde se halló un gorgojo.

Otra faltas graves que presentaba este establecimiento que atendía las 24 horas fueron mantener las vías de evacuación obstruidas, no contar con el número de extintores requeridos y que los cocineros no tengan delantales.

La madrugada anterior a esta intervención, trabajadores de este restaurante y clientes que exigían sus derechos protagonizaron una gresca. La familia Osorio Deza, que fue agredida, agradeció la rápida respuesta del municipio.

Fuente: Agencia Andina