Florindo Flores Hala, camarada ’Artemio’, escribió el primer capítulo de sus memorias y quizá la hubiera terminado si no fuera porque sobrevino su captura el pasado domingo 12 de febrero la provincia del Huallaga, región San Martín.

Según un informe periodístico de La República, el escrito llevaba el título de “El último guerrillero maoísta del Huallaga jamás vencido”, que divide su vida en cuatro etapas y relata cómo llegó a formar parte de Sendero Luminoso.

En la “primera etapa”, da cuenta del tiempo que vivió con sus padres, de sus estudios y de sus oficios.

La “segunda etapa” la relaciona a su ingreso al Ejército, que para ‘Artemio’ fue determinante para su posterior enrolamiento en Sendero.

La “tercera etapa” es cuando “Artemio” fue dado de baja del Ejército a los 18 años, al término del año 1979. Refiere que retornó a Lima pero se encontró con una “chocante realidad”. Unos meses después, el 17 de mayo de 1980, Sendero Luminoso iniciaría la guerra contra el Estado.

Precisamente, en la “cuarta etapa” de su vida es cuando se suma a la organización terrorista en el Huallaga.

Según precisó dicho diario, a la Policía le ha llamado la atención que ‘Artemio’ anotara en sus cuadernos tanta información de relevancia, como la relación de homicidios que ordenaba perpetrar a sus hombres. El terrorista también tomaba apuntes de los planes de combate, el número de hombres y de armamento, las horas de servicio que prestaba cada uno de los miembros de su equipo de seguridad.

El rotativo además alude varios documentos encontrados en poder de “Artemio”, en los que este deja entrever que ha identificado a colaboradores de las fuerzas del orden, entre ellos exmiembros de Sendero Luminoso. “Los arrepentidos, traidores y soplones no escaparán a la justa sanción del pueblo”, escribió: “Omar, Andrea, Stalin, Revero, Iván, Arnold, Paolo, Leo, Jaime, Goyo y Percy, entre otros miserables, pagarán muy caro por sus crímenes”.