Al verificar los daños, el presidente del Consejo de Ministros, Óscar Valdés, resaltó la importancia de solucionar los problemas ambientales que afectan la cuenca del Ramis y anunció el inicio de un intenso trabajo en torno a este tema.

Uno de los puntos de de verificación ambiental fue el centro poblado de Catayo Grande, donde el alcalde de San Antonio, Manuel Mita, los esperó acompañado por un gran número de pobladores que padecen de pobreza extrema, acusan una desnutrición del 23% y sufren males estomacales.

El burgomaestre señaló que en ese lugar existía una piscigranja que albergaba unas 10 mil truchas y ahora solo quedan residuos de relave. Es decir, la principal fuente de alimentación y de ingresos ha sido destruida.

También denunció los problemas de desarrollo que sufren las alpacas producto de la contaminación del agua del río Ramis. Antes pesaban en promedio 15 kilos y actualmente entre 8 y 10 kilos.

El alcalde pidió se declare en emergencia la localidad y que se apruebe una Ley de la Cuenca Ramis, como parte de las medidas de remediación frente a los efectos de la minería irresponsable.