La empresa TEPCO comenzó a lanzar al mar miles de toneladas de agua radiactiva de la planta nuclear de Fukushima (Japón) para facilitar las tareas de sus operarios, a los que la contaminación impide avanzar en algunas zonas.

La operación implicará arrojar al Océano Pacífico 11.500 toneladas de agua procedente de depósitos especiales y del sótano de los reactores 5 y 6, las únicas de las seis unidades de la central que están por ahora controladas.

Esa agua excede cien veces el límite legal de yodo-131, un nivel relativamente bajo en comparación con el del agua que inunda algunas áreas de la planta nuclear, con una radiación hasta 100.000 veces superior.

La Agencia para la Seguridad Nuclear de Japón insistió en que la operación no entraña riesgos para la salud mientras el portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, dijo que es una medida de emergencia y que TEPCO debe vigilar su posible impacto medioambiental.

El objetivo de Tokyo Electric Power es dejar espacio en los depósitos para almacenar el agua altamente radiactiva que inunda los edificios de turbinas de los reactores 1, 2 y 3, y que dificulta seriamente las labores de los operarios para enfriar esas unidades.