¿Hasta dónde llega el amor por la comida rápida? Para David Kime, este amor va más allá de la muerte, tal es así que antes de morir, le pidió a sus familiares que lo sepulten con una hamburguesa.Este insólito caso pasó en Pensilvania, Estados Unidos.

Sus allegados dijeron que David “vivió de acuerdo con sus propias reglas”, así que antes de llegar al cementerio pasaron por la tienda Burger King para comprar un último sandwich.

Su hija Linda Phiel dijo que fue una “forma alegre de honrar a su padre”. La gerente y los empleados del restaurante prepararon 40 hamburguesas para la procesión funeraria.

Fuente: Lapatilla.com