Las autoridades del estado de Nueva York detectaron en el aire y en el agua de la lluvia pequeñas cantidades de radiactividad que provienen de la central nuclear japonesa de Fukushima y que no suponen peligro alguno para la salud humana.

Se trata de “diminutas” cantidades de radiactividad localizadas en pruebas realizadas recientemente al aire y al agua acumulada por las lluvias en distintas zonas del estado, aunque sus niveles de peligrosidad son “drásticamente bajos” y no entrañan peligro para la salud, explicó en su web el Departamento de Salud de Nueva York.

“El estado de Nueva York sigue muy de cerca el posible impacto en la salud de las emisiones de radiactividad de la planta nuclear de Fukushima, pero hasta ahora sólo se han detectado pequeños niveles de radiación en el aire y en las aguas acumuladas en la superficie”, indicó el secretario de Salud del estado de Nueva York, Nirav Shah, en un comunicado.

Recordó también que la exposición a esos niveles es “miles de veces menor que la producida por procedimientos médicos como las placas de rayos X”.

Los niveles de radiactividad encontrados en Estados Unidos son resultados de las partículas que transportan las corrientes naturales de aire llegadas desde Japón, indicó el responsable del departamento neoyorquino.