La ministra de la Mujer, Aída García Naranjo señaló, en el Pleno del Congreso, que su tardío viaje al caserío de Redondo, Cajamarca, donde murieron tres niños intoxicados por alimentos del Pronaa, se debió a que primero se estaba “documentando del caso y adoptar medidas correspondientes”.

Asimismo, García Naranjo se quejó de que la oposición la haya tildado de indiferente por haber bailado en una actividad pública en Lima durante los hechos en Cajamarca. “Las situaciones se dieron en fechas distintas”, dijo, a la vez que justificó su asistencia a dicha actividad.

“Pero luego pedí disculpas públicas y por escrito”, recordó. Agregó que las madres fueron informadas de este hecho por sus opositores para dejarla mal parada.

“Me empezaron a dar lecciones de sensibilidad quienes nunca han estado del lado del pueblo”, indicó en alusión a sus detractores políticos.

Por otro lado, la ministra también negó que su despacho haya autorizado el desembolso de 150 soles que ofreció el destituido jefe nacional del Pronaa a los deudos de las víctimas. “Nunca se instruyó a Dante Mendoza para que realice desembolso de dinero”, aseguró.

Afirmó que no se aferra al cargo y que seguirá en él hasta que cuente con la confianza del presidente Ollanta Humala y del primer ministro Salomón Lerner.

La titular confirmó además que la presencia de un pesticida fue la causante de la intoxicación, según investigaciones preliminares del Ministerio Público que trascendieron en los últimos días.