El expresidente Alan García admitió haberse reunido con un exagente de alto nivel de la Marina juzgado por espionaje político y empresarial, pero negó haber usado sus servicios.

García dijo que a comienzos de 2006 se reunió con el capitán de Navío retirado Elías Ponce Feijoó, gerente de la empresa Business Track (BTR), para escuchar información que decía tener sobre una conspiración contra su candidatura presidencial.

Añadió que Ponce le expuso información pública e intrascendente, por lo que no volvió a hablar con él, aunque el exagente dice que le encargó espiar al rival de García, Ollanta Humala, actual presidente de la República.

“Después de conversar con Feijoó no creí de utilidad y de necesidad continuar relacionándome en el tema”, señaló en una larga comparecencia, en medio de un gran despliegue mediático.

Tras llegar al gobierno, García ascendió a Ponce al grado de Almirante, y el exoficial dice que fue en reconocimiento a su colaboración, pero el exgobernante dice que lo hizo por recomendación de colaboradores.

El entonces presidente anuló al ascenso tras ser acusados los exmarinos de BTR de espionaje por haber interceptado los teléfonos y correos electrónicos de integrantes de una red oficialista de corrupción y haber filtrado a la prensa grabaciones que los ponían en evidencia.

El escándalo desatado de esas grabaciones, en octubre de 2010, determinó el retiro del primer ministro, Jorge de Castillo, y otros titulares, por sus contactos con la red que encabezaba el exministro del primer gobierno de García (1985-90).

García sostuvo que no sabía que Ponce había sido agente de inteligencia y apeló a su conocida locuacidad para negar cualquier hecho que pudiera comprometerlo y hasta negó conocer sobre equipos o sistemas de espionaje.

En ese empeño, negó veracidad a la denuncia de la defensa de los acusados, de que manejó la investigación a los espías y ordenó eliminar evidencias contra él y colaboradores cercanos.

Fuente: Prensa Latina