El presidente electo Ollanta Humala descartó que exista una motivación política en las violentas protestas en Puno, tal como lo dejó entrever el mandatario Alan García. Reiteró, además, que es “responsabilidad constitucional” del actual gobierno resolver los conflictos sociales en el país.

“En Puno están pidiendo que se resuelva un problema concreto, que no lo hemos creado nosotros. Es una responsabilidad constitucional del actual gobierno resolver los problemas hasta el 28 de julio, día en que termina su mandato”, declaró en las afueras de su casa en Surco.

Dijo que este pedido lo hace “no tanto por despejar la cancha al nuevo gobierno”, sino para evitar que hayan más víctimas mortales que lamentar debido a estas protestas.

Humala señaló que asumirá el gobierno tal como lo encuentre, “con papas calientes, con problemas, y vamos a buscar la solución dentro de lo que es el marco democrático”.