El ministro de Agricultura, Miguel Caillaux, perdió la paciencia con los miembros de la Comisión de Fiscalización del Legislativo, que investiga los diversos casos en los que el empresario ganadero y miembro del Gabinete habría incurrido en conflicto de intereses.

Según el diario ‘Perú.21’, las interrogantes sobre la adquisición de 1,200 hectáreas de terreno en el proyecto Olmos, a través de su empresa Negociación Agrícola Jayanca, en 2001, fueron las que sacaron de sus casillas al ministro.

Caillaux acusó a los legisladores de “satanizar” a los empresarios y dar la imagen de que se trata de “corruptos e ineficientes” que llegan al Estado para negociar.

“Nos molesta realmente que nos hagan perder el tiempo con estas estupideces”, sentenció, y aunque luego ofreció disculpas, no dejó de quejarse porque desde que asumió el cargo ha dedicado gran parte de su tiempo para buscar las pruebas que sustenten sus descargos.