El espécimen se llama Jonathan y tiene 182 años.

El animal reside exactamente en Plantation House, St. Helena, un territorio británico de ultramar.

Hay unos 100.000 Gigantes Seychelles, pero solo existe un número reducido de tortugas Seychelles en cautiverio.

Durante el siglo XVII, los barcos transportaban cientos de tortugas como una suerte de comida rápida para llevar. Jonathan fue una de esas tortugas rescatadas como mascota por un gobernador de la zona en el año 1880.

Aunque este tipo de tortugas pueden vivir alrededor de unos 250 años, Jonathan sufre de ceguera afectando su nutrición, lo que genera un debilitamiento en su estado de salud.

Fuente: Espectador.com