El analista de ‘The National Interest’ Michael Peck afirmó que la URSS fabricaba formidables armas, muchas de las cuales se convirtieron en una leyenda y se siguen utilizando en muchos conflictos en todo el mundo.

Partiendo de esta idea, el autor ha hecho una clasificación personal de los cinco mejores tipos de armas soviéticas.

-Fusil de asalto AK-47: El fusil Kaláshnikov se convirtió en un arma icónica de la que se produjeron más de 100 millones de unidades. Fue concebido siguiendo unos criterios válidos tanto para la Rusia zarista como para la URSS, donde la sencillez y la fiabilidad se imponían a cualquier otra característica: el arma no debía fallar.

Inspirado, a juicio de Peck, en el fusil de asalto alemán Stg-44, el AK-47 era simple, barato y fiable, ideal para los reclutas del Ejército soviético y los ejércitos de los países del Tercer Mundo. Por otro lado, el AK-47 es probablemente el arma más mortal del planeta.

-Tanque T-34: Ocupa el primer puesto en el ‘ranking’ de los diez mejores tanques del siglo XX elaborado por el canal de televisión Military Channel en 2007 a partir de encuestas de tanquistas y expertos británicos y estadounidenses.

Pese a sus varios defectos, poseía innumerables ventajas en cuanto a sus prestaciones, y combinaba la sencillez de su diseño y fabricación (para lo cual fueron desarrolladas tecnologías especiales, sobre todo en la soldadura), con unas altísimas condiciones todoterreno y maniobrabilidad, fiabilidad del chasis y alto nivel de reparabilidad.

Este carro de combate medio se desarrolló a finales de la década de 1930. Fue ideado como el principal tanque de las tropas acorazadas soviéticas y el primer tanque medio soviético con blindaje antiproyectiles. Fue además el tanque más fabricado de la Segunda Guerra Mundial y, hasta el lanzamiento en serie del Panther alemán en la segunda mitad de la guerra, era el más potente y mejor tanque medio del frente oriental.

-Lanzacohetes múltiple Katiusha: ‘Katiusha’ (diminutivo del nombre femenino ruso Yekaterina) era usado con éxito para eliminar las defensas alemanas. E incluso cuando los misiles no impactaban directamente en sus blancos, su efecto psicológico era lo suficientemente aturdidor como para que el enemigo dejara de oponer resistencia.

-Caza MiG-15: Desarrollado en la oficina de diseños Mikoyán a partir de la tecnología alemana capturada al término de la Segunda Guerra Mundial y de motores de reacción comprados al Reino Unido, el MiG-15 era rápido, altamente maniobrable y estaba bien armado, según Michael Peck.

En los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, los pilotos estadounidenses estaban acostumbrados a dominar en el aire, con lo que la aparición de los MiG-15 en los cielos de Corea fue un ‘shock’ para ellos, afirma el analista.

Tras la aparición de esta aeronave soviética, la Fuerza Aérea estadounidense se vio obligada a abandonar las misiones de día, incapaz de hacer frente a estos cazas, muy superiores a los P-80 y F-84 de la época. Solo cuando empezaron a disponer de los F-86 Sabre pudieron los pilotos estadounidenses hacer frente a los MiG-15 en términos de igualdad.

-Lanzagranadas antitanque RPG-7: Se convirtió en un ejemplo de cómo han de ser los lanzadores portátiles de misiles antitanque. Como arma antitanque el RPG-7 no es muy preciso, pero es muy barato, recuerda Peck. Este lanzagranadas se convirtió en una verdadera “armas para los pobres” y, en su opinión, ha llegado a ser casi tan icónico como el AK-47.

Su robustez, simplicidad, bajo costo y eficacia lo han convertido en el lanzacohetes antitanque más usado del mundo. Alrededor de 40 países utilizan actualmente el arma, cuyas diversas variantes son fabricadas por nueve países.

Fuente: Actualidad RT