LeBron James fue objeto de una falta muy dura por parte de Andrew Bogut y acabó golpeando su cabeza contra una de las cámaras de televisión situadas a pie de pista.

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El alero de Cleveland Cavaliers sufrió una aparatosa herida que sangró momentáneamente, pero pudo continuar en la cancha, ante la sorpresa de muchos. ‘King James’ no quiso dejar a su equipo en la estacada ni unos minutos, y esperó hasta el descanso para ser atendido correctamente de los cortes.

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Y es que la hemorragia fue detenida por los médicos en los vestuarios aplicando un pegamento especial en la cabeza de ‘El Elegido’.

James declaró después del partido que jugó con dolor de cabeza, pero que los cortes no le impidieron rendir con normalidad sobre el terreno de juego.

No hay ninguna duda sobre su participación en el quinto partido de las Finales de 2015, que tendrá lugar el domingo en la cancha de Golden State Warriors.

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