Juan va por la calle con un dolor de muelas al dentista y se encuentra un amigo que le pregunta:
-¿Qué te pasa Juan?
Y este le contesta:
-Tengo un dolor de muelas que no veas.
Pedro le dice:
-Yo ayer tenía lo mismo y llegué a mi casa y le eché dos polvos a mi mujer y se me quitó.
Y Juan le contesta:
-¿Y dónde está tu mujer?