“Está claro que los “remakes” nunca van a ser la cosa más imaginativa del mundo, pero a veces volver a visitar un material antiguo no implica falta de originalidad”, dijo el actor irlandés. “Total Recall es un remake pero es más original que algunas películas que he hecho en mi carrera”, añadió.

El filme de Paul Verhoeven, estrenado en 1990 y donde también intervinieron Sharon Stone y Rachel Ticotin, se hizo con dos candidaturas al Óscar y recaudó 260 millones de dólares en todo el mundo con su mezcla de violencia y humor que servía de vehículo de lucimiento para un Schwarzenegger en plena forma.

En la nueva “Total Recall”, que se estrena el próximo 3 de agosto en EEUU, la acción transcurre en la Tierra y presenta un conflicto político entre dos naciones cuyo destino está en manos del protagonista de la historia, un hombre aparentemente de lo más normal que irá descubriendo pesquisas de un pasado que no logra recordar.

“Ha pasado mucho desde que preparé los músculos para una cinta de este tipo pero sabía dónde me metía”, comentó el intérprete. “El físico iba a ser fundamental, pero el guion no sólo ofrece acción a raudales: también hay un drama que sostiene la historia. No puedo ocultar que los cortes, los moratones y las patadas en el culo fueron divertidos. Me encantan los rodajes así”, agregó.

Como ocurría en la película original, al protagonista le implantaron unos recuerdos de forma que olvida quién es realmente, hasta que una serie de sucesos empiezan a dirigirle hacia la solución del misterio.

Pero en esta ocasión, el desarrollo de los personajes es “más profundo y emocionante” bajo un prisma con trasfondo político, según Farrell. EFE