La simpatía y la espontaneidad de la mexicana Salma Hayek conquistaron el Festival de Cannes, donde habló con naturalidad de su hija Valentina, de sus raíces mexicanas y hasta se hizo un selfie con los periodistas, saltándose la recomendación en contra de los responsables del certamen.

“Estoy muy orgullosa de mis raíces porque me hacen lo que soy”, aseguró Hayek, para quien su hogar está donde está su familia, y ahora es París, donde vive con su marido, el empresario francés François-Henri Pinault, y su hija Valentina.

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Con un ajustado vestido negro con grandes flores rojas y la melena suelta de forma muy natural, Hayek se hizo la dueña de la rueda de prensa de presentación de “Il racconto dei racconti”, una puesta al día de los cuentos clásicos del napolitano Giambattista Basile, dirigida por el italiano Matteo Garrone.

Una película coral, con Vincent Cassel, Toby Jones, John C. Reilly o Bebe Cave, entre otros, en la que la mexicana interpreta a una reina capaz de llegar a cualquier sacrificio, primero por tener un hijo y luego por protegerle.

Aunque ha sido un proyecto complejo y difícil, como explicó divertida, porque Garrone nunca parecía satisfecho con las escenas y por la dura caracterización necesaria para encarnar su personaje.

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“No me hicieron un vestido que pesara menos de 30 kilos”, aseguró tras hacer ponerse de pie entre los periodistas al diseñador de vestuario, Massimo Cantini Parrini.

Y contó la dureza del rodaje de algunas escenas que se movían de un escenario a otro, en unos desplazamientos que en ocasiones le llevaba 45 minutos completar debido al peso de sus vestidos.

Derrochando simpatía con los periodistas, la actriz se quedó tras la rueda de prensa para firmar autógrafos, proclamar que se siente “feliz y emocionada” de estar en Cannes, y posar para cualquiera que quisiera hacerle una foto.

Hasta que, de repente, y sin bajarse del estrado en el que estaban situadas las mesas dijo: “¡Un selfi, vamos a hacernos un selfie!”. Y con el móvil que le dio una ayudante, se dio la vuelta, situándose delante de los periodistas para inmortalizar el momento, pese a las recomendaciones del delegado general de Cannes, Thierry Fremaux, de no hacerlo.

Pero si algo tiene Salma Hayek es la naturalidad necesaria para hacer y decir lo que piensa en cada momento.

Con información de EFE.